Diferencia Entre Factura Simplifica y Completa
A la hora de gestionar un negocio, es posible que tengas dudas sobre la diferencia factura simplificada y completa. En la siguiente guía analizamos sus principales particularidades, características y diferencias.
Qué es una factura simplificada
La factura simplificada, como su propio nombre indica, es una versión reducida de la factura ordinaria. Es más simple.
Es el tipo de factura que emiten muchos comercios a sus clientes y es práctico para justificar los pagos de bienes o servicios. Se conocen también como los tickets de compra, por lo que un ejemplo de factura simplificada es el ticket pequeño que nos puede dar un comercio.
Estamos ante un documento oficial que permite justificar los pagos, pero que solo tiene los datos del emisor. Es decir, no aparecen los datos del cliente, porque es una factura diferente.
Si vas a una tienda a comprar, verás que te emiten el ticket o factura simplificada de lo que has comprado, pero no te piden los datos. La cosa cambia si eres autónomo o empresa y pides que te emitan factura como tal.
Entre los datos imprescindibles que contiene destacamos el número y serie, que ambos deben ser correlativos. También debe aparecer la fecha, razón social y NIF, concepto de factura, descripción del producto o servicio, tipo impositivo (solo IVA) e importe total.
Qué es una factura ordinaria o completa
Si te preguntas qué es una factura ordinaria, te quedarás más tranquilo al saber que es el tipo de factura que se emite más a menudo. Es conocida como la factura completa. Un documento oficial que deja constancia de la operación comercial, ya sea compraventa de un producto o la prestación de un servicio.
En una factura ordinaria se recogen todos los datos de la transacción comercial, por lo que permite hacer un seguimiento de las transacciones y de los servicios. Si bien es cierto que hace años se entregaban en papel, pero los tiempos han cambiado y ahora se pueden entregar digitalizadas.
Para que una factura ordinaria esté bien hecha, debe tener los siguientes datos. En primer lugar, el número de factura, cuya numeración siempre es correlativa. También debe aparecer la fecha en la que se expide la factura.
Otros datos que son imprescindibles son la razón social de las dos partes, el NIF de ambas partes, la base imponible de la factura, el concepto, la cuota tributaria (IRPF, IVA…) y el importe total de la factura a abonar.
Como ves, no es otra que las facturas estándar de toda la vida. Las que se emiten cuando un profesional le pide a otro una factura como tal.
Factura simplificada y completa: ¿qué diferencias hay?
Al saber qué es la factura simplificada y la completa por separado, es posible que a simple vista ya te quede más claro cuál es la diferencia principal entre ambos tipos de facturas. Principalmente, hay varios aspectos que varían un poco.
La principal diferencia factura simplificada y completa está en que la factura simplificada no tiene datos del cliente, sino que aparecen sólo del emisor. Mientras que en las facturas completas aparecen los datos de ambas partes.
Otra característica que cambia es que la simplificada tiene el importe total de pago y la completa lo desglosa. En cuanto al IVA, en las simplificadas se aplica el IVA que corresponda pero no es necesario que aparezca la cuota tributaria, dado que también se tienen en cuenta otros tributos como el IRPF.
Las facturas simplificadas identifican y describen el producto o servicio, pero las completas requieren de una descripción más detallada. Es otra importante diferencia factura simplificada y completa a destacar.
También es obligatorio emitir facturas ordinarias si el importe de la operación con IVA supera los 400 euros. Por lo que independientemente del comprador, la factura ordinaria siempre es obligatoria en estos casos. No sería suficiente con emitir la factura simplificada del servicio.
¿Qué emitir según qué situación?
Ahora que sabes la diferencia factura simplificada y completa, es posible que ya te haya quedado más claro qué tipo de factura se emite en función de qué caso.
Por ejemplo, los comercios tipo bares, peluquerías o pescaderías suelen emitir directamente los tickets de compra o facturas simplificadas. Claro que, la cosa cambia cuando un autónomo le pide una factura.
Por otro lado, como te contamos, en operaciones de más de 400 euros siempre se hace la factura ordinaria o completa. Por ejemplo, si encargas una encimera para la cocina verás que aun siendo particular la empresa te pide tus datos para prepararte la factura completa y dejar constancia de la operación de forma más específica.
En el caso de la compra de bienes y servicios entre autónomos, se hace también la factura completa. Ambos pueden desgravar la operación.
¿Te ha quedado alguna duda sobre cuando utilizar una u otra? Recuerda que en Tecnimática estamos para ayudarte y resolver tus dudas. Te esperamos.