Tipos de Facturas y Cómo Hacerlas
Si eres un autónomo o empresa, sabrás que existen distintos tipos de facturas. Dependiendo de tu negocio, podrías necesitar utilizar una u otra. En la siguiente guía hacemos un repaso por los principales tipos de facturas que existen y cómo hacerlas. ¡Descúbrelo!
Tipos de facturas: ¿cuáles hay?
Principalmente, existen los siguientes tipos de facturas:
Factura ordinaria
Cómo imaginas debido a su nombre, la factura ordinaria es la más común. Es una factura que se emplea para registrar la venta de un producto o servicio a un cliente.
Esta factura incluye información sobre el vendedor y el comprador, así como el concepto sobre el producto o servicio vendido, el precio, la cantidad o el impuesto, entre otros.
Es un documento importante para registrar las transacciones comerciales entre profesionales o bien entre profesionales y particulares. Por ejemplo, se emite una factura ordinaria a la hora de encargar la reforma de una vivienda.
Factura simplificada o ticket
Como alternativa a la factura ordinaria o común, tenemos la conocida como factura simplificada o ticket. Es un tipo de factura que se utiliza en transacciones de pequeños importes. Por ejemplo, cuando pides un café en un bar.
Este tipo de factura no requiere de tanta información detallada sobre el producto o servicio. También suele incluir menos información, principalmente el nombre del producto o servicio, la fecha de la transacción y el importe.
Mientras que en la factura ordinaria aparecen los datos del comprador, en el ticket no, dado que se genera automáticamente. Es, por lo tanto, frecuente en pequeñas tiendas y comercios para registrar ventas rápidas y sencillas.
Factura proforma
Otro de los tipos de facturas que a menudo utilizan los profesionales, es la factura proforma. Estamos ante un tipo de factura tentativa que se realiza a modo de presupuesto, para así determinar el coste de un producto o servicio antes de que se realice la venta.
Esta factura incluye información detallada sobre el producto o servicio a contratar, así como el precio unitario, la cantidad o el impuesto, entre otros datos. La factura proforma puede incluir información sobre el vendedor y el comprador, la fecha y el número de la factura.
Esta factura, a diferencia de la ordinaria, no es vinculante y no genera una obligación de pago, sino que se utiliza en forma de presupuesto para determinar el precio de un producto o servicio antes de que se realice la compra. Sin duda, resulta útil para tener una idea clara del coste total de un producto o servicio antes de tomar una decisión.
Factura rectificativa
Este es uno de los tipos de facturas más comunes entre autónomos o empresas para tratar de enmendar algún error o anular una factura anterior.
Por medio de esta factura se puede ajustar el importe de una transacción comercial y puede ser necesaria si se descubre un error en el cálculo del impuesto, si se añaden nuevos cargos o bien si se elimina un cargo anterior.
Para evitar errores, es importante que la factura rectificativa incluya una referencia a la factura original y que esté etiquetada como una factura rectificativa para evitar confusiones y errores en el registro de la transacción.
Factura recapitulativa
Otro de los tipos de facturas que encontrarás en la actualidad, es la que se conoce como recapitulativa. Cómo imaginas a partir de su nombre, es un tipo de factura que resume varias transacciones comerciales en un solo documento.
Estamos ante un tipo de factura que agrupa varias facturas individuales en una sola y muestra un resumen de los totales de los importes de venta, impuestos y otros cargos.
Es interesante para los compradores que realizan varias transacciones con un mismo vendedor durante un período de tiempo y lo que buscan es obtener una visión general de sus gastos en un solo documento. Por ejemplo, para anotar todas las líneas de factura de los costes generados de una reforma.
También puede simplificar el proceso de facturación y ayudar a mantener un registro más preciso de las transacciones comerciales. Para evitar confusiones, debe estar clasificada como una factura recapitulativa.
Factura electrónica
La factura electrónica es un tipo de factura que se emite en formato electrónico y no en papel. Hoy en día, es lo más habitual.
La factura electrónica es más segura que las facturas en papel porque se puede proteger con cifrado y autenticación digital para prevenir la falsificación o la alteración no autorizada de la misma. A la vez que es una forma eficiente y sostenible de llevar a cabo las transacciones comerciales.
Otra ventaja que tiene, es que se puede generar automáticamente por medio de un software de gestión. Con lo cual se reduce el tiempo y el coste de la gestión de facturas.
¿Cómo hacer una factura?
Ahora que conoces los distintos tipos de factura que existen, solamente necesitas de un software contabilidad para generar estas facturas y llevar un registro de todos los ingresos y gastos de tu negocio. Ya no tienes porqué seguir haciendo este proceso a mano; crea una cuenta y empieza a registrar tus facturas de forma automática.
En Tecnimática podemos ayudarte con la gestión empresarial de tu negocio.